Therese en casa del doctor (Therese chez le docteur), de François Mauriac, puede entenderse de dos formas, como un episodio posterior y consecuente a la novela Thérèse Desqueyroux, o como un relato en el que el autor se permite recuperar este personaje, que nunca lo abandonará ya, y sobre cuya presencia se trenza otra historia.

Se trata más que de una novela corta de un relato, apenas tendrá unas cuarenta páginas. Sin embargo, como casi todo lo escrito por Mauriac, son páginas intensas y ricas.

Como decía, esta vez Teresa no es el personaje central de la historia, sino más bien lo son el doctor y su esposa. Y al igual que en la primera novela, de nuevo estamos ante unos personajes que de algún modo tocan fondo, esta vez en su relación, ahogada por unos personajes, especialmente el doctor, cegados en sus propios intereses.

En esta ocasión, los monólogos internos que explicaban a los personajes en la novela anterior son sustituidos por la narración de los hechos por parte de Therese en la consulta del doctor, así como por el narrador que salta de un personaje a otro y revela la vida interna del matrimonio, especialmente de la esposa.

De nuevo Mauriac, a mi juicio, muestra su maestría para profundizar en las personas.

La presencia de Therese resulta una cita entrañable. Es un hecho curioso cómo la vida de Therese marcó a la de su autor, hasta el punto de que después de su primera novela, en la que sí es el personaje central, fue apareciendo en otras obras del autor, unas veces casi como invitada, como es este caso, y en otros como personaje central, como en Therese en el hotel. En todo caso, la lectura de las obras va ofreciendo un recorrido de la vida de Therese de una de las formas más curiosas que yo conozco en la literatura.

Definitivamente, hay que recuperar a Mauriac.

Una obra que sigue en plena forma

Las obras de Mauriac siguen teniendo gran aceptación en Francia, como se demuestra con una nueva edición de Thérèse Desqueyroux, o la reciente película realizada sobre este libro, Therese, de Claude Miller, con un buen reparto, y que clausuró el Festival de Canees de hace pocos años.