La Broma, es la primera novela del escritor checo. Publicada en 1967, en un momento en que la censura comunista parece más relajada, fue un éxito desde el mismo momento de su publicación.

Un año antes se produjo la invasión soviética y la obra fue prohibida, y retirada de las bibliotecas. Sin embargo esa prohibición la convirtió precisamente en un libro aún más valorado, llegando a ser tildada como la “biblia de la contrarrevolución” y aclamada por grandes autores contemporáneos.

Sin embargo, pese a la polémica política que la rodea el autor siempre ha manifestado que se trata de una novela de amor. Y efectivamente, toda la novela gira en torno a un amor, o al amor.

No me gustaría adelantar el argumento, conocido, dejando aquí un enlace que lo desarrolla mejor que yo. Pero es imprescindible hacer referencia la broma que constituye el arranque de la novela, y que evidencia cómo se las gastaba el comunismo y el fanatismo que rodea dichas ideologías, que sorprendente y lamentablemente sigue estando presente hoy en día.

La broma evidencia además un mundo donde se ha perdido por completo el sentido del humor, en base a una programática de la vida de las personas, de las ideas y de las almas.

Para mi se trata de una gran novela, profunda, distraída, mordaz, elocuente, una novela que se disfruta a la vez que se reflexiona, esa maestría que tiene Kundera para mezclar la ficción y el pensamiento de calado, haciendo que precisamente las ideas den sentido a la ficción. En éste sentido es por tanto una obra que configura ya la obra posterior de Kundera.

La Broma habla de una apuesta por el amor y el humor en un mundo que los va perdiendo ambos, desvalorizando uno, arrinconando lo otro a base de dogmas y tópicos sobre los que ya no se puede ni bromear. El libro es por tanto de total actualidad, en aquellos años sesenta la dictadura ideológica venía del comunismo, hoy se impone por lo políticamente correcto que marcan los altos poderes.