Hay un Greene para todos los gustos. Es verdad que la mayoría de sus novelas, al menos las más conocidas (y probablemente las más logradas) traten de temas por los que ha sido reconocido, como la política, policial o espías, pero el elemento común a todas sus obras es, a mi juicio, la condición humana, y eso da para encontrar un buen fondo de historia sea la temática del libro que sea.
Así, encontramos que en los libros donde se tratan temas que podríamos decir policiales, pero en los que no es tan importante la resolución del misterio, como el profundo análisis de los personajes. La trama de las historias, muchas veces sirve para mantener la tensión del lector, el suspense, si bien el buen lector, disfrutará más con los personajes y sus situaciones (ambiciones, condicionantes, morales), que con la mera trama.
Es autor de libros muy conocidos, acaparando numerosos premios, y muchas de sus novelas han sido llevadas al cine, creando a su vez conocidas películas, como luego indicamos.
Greene publicó su primera novela en 1929, titulada The Man Within (Historia de una cobardía). A mi no me gustó especialmente, si bien entiendo que el tratamiento del personaje, y de algunos compañeros contrabandistas es realmente interesante. Lo cierto es que gracias al éxito que obtuvo pudo dejar su trabajo en The Times y dedicarse por completo a la literatura. A pesar de la importancia en la vida del autor, yo no la recomendaría como una primera aproximación al autor.
Sí recomendaría un poco más la que fue su primer éxito comercial, Stamboul Train / El tren de Estambul, de 1932, de la que dejamos breve reseña en éste enlace. La novela tuvo una pronta adaptación al cine dos años después de su publicación (Orient Express, dirigida por Paul Martin).
El mismo autor consideró su obra más conocida en dos géneros: por una parte las de misterio e intriga, que él mismo llamó «de entretenimiento» (aunque sus argumentos también contaban con un lado existencial), y por otro las novelas de corte más literario y trascendente, como El poder y la gloria. Sin embargo, las llamadas novelas de entretenimiento ni son facilonas, ni son meros entretenimientos, ahí están grandes obras como El tercer hombre, El americano impasible, Nuestro hombre en La Habana o El ministerio del miedo, para atestiguar la gran calidad literaria de un autor que conjugaba libros entretenidos con gran profundidad en sus personajes y, en definitiva, en la condición humana.
Y posiblemente tanto ese desmedido éxito en dicha temática literaria que todavía tenía muchas reticencias en la época con respecto a la llamada la «literatura seria», como especialmente el éxito comercial, le privaron injustamente del premio Nobel. Lo mismo le ocurrió a Simenon u otros escritores a los que no se les ha perdonado sus éxitos comerciales, ni su popularidad. A mi me da que los académicos parecen entender que un Nobel debe ser un tio muy serio y personal pero alejado por completo del gran público, ya que eso del éxito comercial al fin y al cabo viene dado por una chusma que lee para pasar el rato y no suele valorar la esencia literaria.
Las novelas de espías y políticas
Es importante decir que Greene estuvo trabajando tiempo en inteligencia, en el famoso MI6, por lo que además viajó bajo dicha condición y con dichas funciones por todo el mundo, por ello en las novelas sabe muy bien de lo que habla, y eso se nota. Y mola mucho, (expresión que uso expresamente para fastidiar a los académicos que no le dieron el Nobel ni a él ni a Simenon).
Al ir avanzando su carrera, tanto Greene como sus lectores descubrieron que las novelas de «entretenimiento» alcanzaban tanto nivel literario como las consideradas «literarias». De hecho en sus últimas publicaciones combinaba estos géneros literarios con una profunda y sensible comprensión interior de sus personajes.
Greene también escribió muchas novelas cortas y piezas teatrales.
Entre las novelas políticas «Los comediantes» es una de las más celebradas. Ácido, mordaz, inteligente, Greene se basa en una historia ajena al conflicto, para trasladarnos a la dictadura de Haití, que no es sino el reflejo de cualquier otra dictadura. El libro gustó, y se hizo una fuerte apuesta en cine que a pesar del impresionante reparto de actores (Richard Burton, Elizabeth Taylor, Alec Guinness, Peter Ustinov) no llega a ser la gran película que se esperaba. Aún así obtuvo premios y nominaciones.
Otras grandes novelas con trasfondo de espionaje son Nuestro hombre en la Habana y El factor humano.
Un gran autor policiaco
Hemos hecho referencia a varias novelas ya, pero al incluirlo en el apartado de novela policiaca, no podemos dejar de resaltar algunas estupendas novelas sobre la materia.
La primera, obviamente, «El tercer hombre». Sobre su guión hay mucha historia detrás. En este caso la película si que funcionó. A pesar de la aparente dirección de Carol Reed por todas partes se ve la mano de Orson Welles. El reparto estupendo, y la música de Anton Karas inolvidable.
«El americano impasible», es una novela que también trasciende a lo meramente policiaco. Está ambientada en la Indochina francesa con una crítica ya clara sobre el colonialismo francés en Vietnam, cuestionando y prediciendo la política exterior americana que iba a desarrollarse en la zona. La novela también se llevó al cine con éxito, primero en el cine por el gran Joseph L. Mankiewicz y luego por Phillip Noyce.
«El cónsul honorario» es otra obra ampliamente reconocida, ambientada en Argentina, y como gran parte de sus novelas también fue llevada al cine con un gran reparto encabezado por Michael Caine, Richard Gere y Bob Hoskins. el hecho de las cantidad de películas con grandes actores y directores evidencia la calidad de las novelas que dan sustento a las mismas.
Un escritor católico y polémico
Algo que no se suele saber de Greene es que fue un profundo creyente católico, pero eso sí, imposible de encasillar. Un auténtico caballo teológico desbocado. Mantuvo una Fe durante toda su vida, pero en ocasiones lo hizo de una forma muy peculiar. En cualquier caso, al igual que en otros autores católicos a los que sí dieron en Nobel como Mauriac o Jon Fosse, se nota en sus novelas una profundidad inusual, una búsqueda continua, un distinto planteamiento existencial, más allá de lo mundano, con dudas, respuestas y reflexiones, pero llevando esa riqueza con naturalidad a sus obras.
Si a alguno le interesa la dimensión religiosa de Greene, os dejamos pinchando el enlace un artículo sobre su Fe.
En todo caso, al margen de sus creencias es un autor para todos los públicos, porque como el mismo Greene decía, yo no soy en absoluto un escrito católico, en todo caso un católico que escribe novelas. Y es que en realidad, muy pocas obras abordan explícitamente su Fe.
Pues por nuestra parte, animaros a descubrir a este autor que en su momento fue ampliamente reconocido y que debe ser recuperado en las estanterías de las librerías actuales. Sin duda es un autor muy recomendable, para disfrutar, para leer novelas amenas que a la vez responden a quien pide algo más de los libros que simplemente distraerse. Un autor que distrae y hace pensar, que sorprende y que no defrauda, libros que te enganchan con su trama y que a la vez te hacen reflexionar y profundizar en la sociedad y en la condición humana. Mi consejo: dadle una oportunidad para descubrirlo de verdad.









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