Triste país este en que según el pensamiento político de uno se ensalza o se olvida a los poetas, total, como en el fondo a nadie le importa la poesía… Pues algo de eso hay.
Hinojosa era un personaje muy interesante, y difícil de clasificar pese a los años radicales en que vivió. Pero un poeta a revisar.
José María Hinojosa nació en un pequeño pueblo malagueño, Campillos, en 1904. Estudió Derecho donde se relacionó con Manuel Altolaguirre, un poeta importante en la época junto con el cual, y sin olvidar a Emilio Prados (cofundador de la misma), dirigió la revista Litoral, una revista malagueña que acogió una selección de poetas que con los años vendrían a llamarse la generación del 27 y que sigue en activo casi un siglo después. Indudable gran mérito.
Posteriormente Hinojosa se trasladó a Madrid donde se relacionó con los grandes poetas del momento, Aleixandre, Dámaso Alonso o Juan Ramón Jiménez entre otros, posteriormente se trasladó a París, donde como artista se adhirió al movimiento surrealista y frecuentó a Picasso o Benjamín Palencia, entre otros. Así, se convirtió sin duda en el primer y más importante autor surrealista español.
Consecuencia de estos nuevos aires en su segundo libro de de poemas, Poesía de Perfil, ya se aprecia la estética surrealista, que continuaría posteriormente en su obra.
En 1927 viajó a la incipiente Unión Soviética junto a José Bergamín, de donde, como toda persona inteligente, volvió desencantado. Ese desencanto de quién había conocido la verdad del comunismo, y su profunda sintonía francesa, le hizo un personaje incómodo a su vuelta en España.
Volvió a su tierra natal, donde con los terribles augurios republicanos se dedicó a la política, llegando a ser un personaje importante de la derecha malagueña, lo que le llevó a ser señalado por la izquierda.
Y así acabó detenido y encarcelado, sin juicio ni acusación, y posteriormente asesinado, sin que mediara juicio ni condena alguna.
¿Por qué no se aplica la ley de memoria histórica?.
¿Y quién reivindica a un autor tan relevante, innovador, determinante de nuestra poesía, y de la historia de nuestra literatura?. Pues nosotros, los raros. Una persona a la que acercarse con curiosidad. Al menos para tener un ejemplo vivo del surrealismo en este país, donde vivimos los ismos y las vanguardias con cierta intensidad, aunque se hayan olvidado gran parte de aquellos grandes autores.
Esperemos que un autor interesante, como José María Hinojosa, no caiga en el olvido.




